Juan Alberto Badía: “El tumor está controlado”

El conductor aseguró que está feliz por los resultados del tratamiento que emprendió para combatir su enfermedad, aunque continúa delicado de salud. Cómo sigue su lucha.

Es una batalla complicada y muy larga, pero día a día la va superando y eso lo pone feliz. Juan Alberto Badía habló con Chiche Gelblung por radio Mitre y contó cómo evoluciona su tratamiento contra el cáncer en el mediastino que lo aqueja.

"El tumor está bastante controlado. Fue exitosísimo el tratamiento que realicé. Después de toda esa terapia quede flaquísimo, con cuidados, y el frío no me deja salir de casa. Tengo que cuidarme y empezar el engorde", contó Badía.

Animado por su franca recuperación, Badía insistió: "Todo vale la pena cuando la noticia es tan buena y después de semejante diagnóstico, que uno se pone a pensar que la vida es finita. Es reconfortante saber que me pudieron reducir el tumor y no hubo metástasis. No lo sacaron porque no quiero someterme a esa operación".

De todas formas, Juan Alberto reconoció: "Hacía 10 años que no iba un médico, y me encontraron este bicho raro por una ecografía". Y luego explicó la enfermedad que padece: "Es como una especie de esponja, fibroso, de los raros, y de crecimiento muy rápido. Cuando encontraron el tumor, tenía el tamaño de un sachet de leche y hoy es como una pelotita de ping pong pinchada". Y precisó: "Todos nacemos con esta glándula, el timo, que después ya no tiene importancia es nuestras vidas".

El conductor radial a su vez admitió que su tabaquismo fue el detonante: "Como fumador culposo, yo le echo toda la culpa de las cosas que me pasan al cigarrillo. Me di cuenta que algo estaba mal porque no llegaba a cambiar el aire en un juego de tenis, me ataba los cordones y me cansaba. Transpiraba mucho de noche, que es uno de los síntomas, y después tuve en el canal un broncoespamo, por el aire acondicionado".

Como ya había confesado en una entrevista exclusiva con Ciudad.com, Badía reafirmó: "Mi médico me dijo, te va a costar, pero tengo fe de que le podemos ganar. Me costaba levantarme de la cama, pero llegaba al estudio y me quedaba como podía con la ilusión de trabajar. Ahora estoy bien, metido en el estudio de la radio que me armé en casa; sino, me aburriría. Es una radio de Internet; me divierte, pero me obliga".

Como siempre, Juan Alberto se acordó de sus oyentes fanáticos: "No tengo más que palabras de agradecimiento. Nosotros no dimensionamos el amor de la gente. Tuve que armar un santuario con las cosas que me mandaron, han defendido mi vida como la propia".